Enseñar y aprender en línea
debemos hacer que los estudiantes aprendan.”
La educación virtual se basa en la interacción, se considera que el aprendizaje en línea es una experiencia transformadora en sus dimensiones cognitiva y social. Los estudiantes que interactúan unos con otros y con los recursos disponibles, cambian su forma de aprender y construir el conocimiento. Por ello, cuando hay un proceso cognitivo en línea, hay colaboración.
La educación en línea supone un cambio en la forma en que los estudiantes y docentes construyen el conocimiento; el estudiante se ve obligado a cambiar su papel pasivo (en donde el docente posee el conocimiento y lo transmite al estudiante en forma de cátedra) a tener un rol activo, responsable y gestor de su aprendizaje (construyendo su conocimiento en compañía del docente, marcando sus ritmos y espacios de aprendizaje), implica un cambio de hábitos en el estudio, implementar estrategias para organizar su tiempo, apoyarse con su docente y compañeros a través de las herramientas tecnológicas para la comunicación y la investigación.
El docente en línea ha de contar con la capacidad de emplear metodologías de aprendizaje a través de una mediación tecnológica orientada al desarrollo de aprendizajes significativos en los estudiantes con el desarrollo de actividades académicas que obliguen a la reflexión, análisis, búsqueda de información y solución de problemáticas planteadas durante el curso o actividad académica en línea.
Ante la necesidad del docente de hacer ajustes en su práctica presencial y apoyarse en un entorno virtual para dar continuidad a su actividad académica, la educación en línea es una opción que permitirá propiciar aprendizajes significativos en sus estudiantes, tomando en cuenta las:
Características de la educación en línea
La Real Academia de la Lengua Española define “docente” como: “adj. Perteneciente o relativo a la enseñanza.” y Muñoz-Cano (2009) define “Aprendizaje en línea”, como “el proceso de enseñanza - aprendizaje que utiliza específicamente internet”. Por lo anterior se deriva que un docente en línea es una persona que realiza actividades de enseñanza a través de las TIC, es decir, el proceso de enseñanza aprendizaje será abordado desde un entorno virtual, su labor va más allá de facilitar el acceso a algunos recursos o generar actividades automáticas de evaluación.
Los estudiantes requieren que el docente promueva el aprendizaje colaborativo, diseñando y promoviendo interacciones que permitan trabajar al grupo en la consecución de sus propios logros de aprendizaje.
El docente cuya experiencia ha sido
mayormente en entornos presenciales, requiere replantear su rol cuando participa en
una comunidad educativa virtual, ya que se ha de convertir en moderador y gestor del aprendizaje,
propiciando la reflexión y participación activa del estudiante, promoviendo un
constante reto intelectual. Así, el docente es un guía y gestor de actividades académicas, al tiempo que también se va haciendo un experto en competencias de
aprendizaje colaborativo y en el manejo del entorno virtual en que se
desempeña, considerando seis áreas del docente.
Dependiendo del
modelo educativo y de la institución, a esta figura, se le denominará como
tutor, asesor, docente en línea, facilitador, entre otras; sin embargo, sus
funciones sustanciales radicarán, de acuerdo con Silva, J. (2010) en:
Hay dos acciones que resultan vitales para el éxito o fracaso de la docencia en línea y que engloban las áreas antes mencionadas, estas son: la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje (E-A) y la realimentación.
Planificación del proceso de E-A
Para lograr el éxito educativo, es necesario planear las actividades que se van a llevar a cabo, la manera y el tiempo en que se desarrollarán, el establecimiento de puntos de referencia que permitirán identificar si los estudiantes están adquiriendo las habilidades y competencias propuestos, los puntos en los que el progreso del estudiantado es menor, así como las causas que originan dichos factores, se sugiere:
- Identifique las habilidades, competencias, tiempo, espacio e infraestructura necesarios para la labor de la docencia en línea.
- Organice su planteamiento académico dentro del contexto en el que lo llevará a cabo.
- Desarrolle y diseñe actividades de aprendizaje y recursos acordes al entorno virtual.
- Analice el grupo con el que trabajará para que logre empatía, orientar, motivar y dinamizar con los estudiantes.
- Aplique estrategias docentes que le ayuden a identificar las necesidades particulares del grupo.
Evaluación del proceso E-A
“No es replicando las estrategias presenciales como conseguirán los estudiantes mejores resultados en un entorno en línea.”
- Montse Guitert.
Evaluar el proceso de E-A no se limita a asignar un número o una letra para “etiquetar” al estudiante. Evaluar, significa valorar el desempeño del estudiante para que este reflexione y reconozca sus aciertos y los aspectos que requiere trabajar nuevamente para alcanzar los objetivos planteados. Así, dentro del proceso de evaluación, la realimentación juega un papel importante, pues motivará y generará consciencia en el estudiante sobre su propio aprendizaje.
El docente será el encargado de realimentar al estudiante como parte de sus actividades para guiar el aprendizaje.
Realimentación
El concepto de realimentación se define como un producto resultante del análisis del profesor a la actividad, aportación o proyecto que ha enviado el estudiante. “Este producto debe reflejar: observaciones, correcciones, aportaciones, reforzamiento y una evaluación cuantitativa basada en una rúbrica y, la puntual descripción de la actividad” (Alvarado García, M. 2014, p. 70).
Para conocer las características de una realimentación óptima, descargue el documento o escuche el siguiente podcast.
Una realimentación completa, debe incluir tres elementos esenciales: “hacia dónde voy, cómo me está yendo y qué sigue ahora”. Para que sea considerada de calidad deberá ser: cualitativa, cuantitativa y oportuna.